miércoles, 13 de mayo de 2009

Planos diferentes

Zapatero anuncia que desde el 2011 ya no desgravará la compra de una vivienda a aquellos cuya renta supere los 24.000 euros anuales. También que el alquiler de una vivienda desgravará lo mismo que la compra para las rentas inferiores a esta cantidad. Y dice Rajoy que con éstas medidas el Presidente está "dando la puntilla a la clase media".
No sé a qué clase media se refiere Rajoy (quizás á la media de su partido), pero desde luego no es la clase media del país cuya oposición lidera la que cobra un salario superior a 2000 euros mensuales.

Tampoco sé por qué Rajoy insiste una y otra vez en la necesidad "reformar el mercado laboral"(eufemismo de abaratamiento del despido) en tiempos de crisis. Puede que esto fuese beneficioso para quienes ven una nómina como una cifra en el apartado de "gastos" que en tiempos de crisis hace peligrar su margen de beneficios. Pero desde luego no es algo que convenga a quienes ven la nómina como la única posibilidad de dar una vida digna a sí mism@ y a sus hij@s.
No sé porqué me da que nos movemos en planos diferentes y por eso no nos entendemos. Porque señor Rajoy...¿usted a quién defiende?

Aquí dejo una gráfica que saca hoy Público sobre cómo está y como estará el asunto de la desgravación por la compra de vivienda; aquí debajo un análisis corto pero acertado que sobre el debate de ayer: la columna de Ignacio Escolar en la contrapotrtada de hoy.


A que te meto con el debate

No es precisamente Alfonso Guerra el diputado socialista más zapaterista del Congreso. Pero hasta él salió convencido del discurso con el que el presidente abrió el debate sobre el estado de la nación. “Es el mejor que le he oído nunca”, decía Guerra en los corrillos. Cuando todos esperaban un conejo, y cargaban munición de perdigones para la caza menor, José Luis Rodríguez Zapatero se sacó de la chistera un rebaño de elefantes con el que arrolló a un Mariano Rajoy que, dos horas después, aún no parecía saber si estaba a favor o en contra de la docena de nuevas medidas contra la crisis anunciadas por el presidente.A pesar de la mala situación económica, del desastre del paro y de su falta de apoyos parlamentarios, Zapatero fue capaz de armar un discurso sólido y coherente al que sólo se le podía reprochar el exceso de oferta; esa sensación de parecer, más que un debate parlamentario, la pedrea de la lotería de Navidad.A Zapatero le habría bastado con la mañana para arrasar a Mariano Rajoy. Pero después, en el cara a cara, cometió un error que cerca estuvo de costarle el debate, a pesar de la ventaja inicial. Fue un problema de formas, que no de fondo –de hecho, no hubo fondo ni mucho menos discusión de ideas en las réplicas y dúplicas entre ambos líderes–.
Ante un Rajoy faltón, maleducado con retranca que incluso acusó a los diputados socialistas de “no saber leer”, Zapatero también se lanzó al barro en un ejercicio inane de “y tú más” donde uno se remontó al Aznar de 1999 y el otro al Felipe de 1992 en la pelea a garrotazos. Se tienen ganas y se les nota. Les pierde a ambos.

No hay comentarios: